El telescopio corto de vista
Una tarde cuando estaba jugando con mis amigos, subimos al desván de casa de la abuela.
Allí había montones de trastos viejos. Juanito destapó uno de ellos y descubrimos una especie de catalejo muy grande y viejo.
Manolín, que era el más listillo, dijo:
- Esto es un catalejo y con él podremos mirar esta noche las estrellas.
Esperamos a que oscureciese para comenzar a mirar el cielo.
Por mucho que nos esforzábamos solo veíamos estrellas borrosas, parecía que fuese corto de vista.
Fue entonces cuando se me ocurrió sacar el pañuelo y limpiar las lentes.
Después las estrellas las pudimos ver tan cerca que parecía que podíamos tocarlas con nuestras manos.
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