EL PLEITO DE LOS DELFINES
En el s. XVII hubo delfines en Candás. Los pescadores no estaban muy contentos ya que los delfines rompían sus redes una y otra vez. ¡No podían pescar! Los pescadores no los querían allí, pero tampoco querían matarlos. La solución fue hacerlas un juicio.
El Obispo de Oviedo fue el juez y decidió que los pescadores tenían razón y que los delfines debían abandonar el muelle.
La sentencia se leyó a los delfines desde una barca y … ¡¡¡ Se marcharon !!! Desde entonces ningún delfín volvió a acercarse al puerto.
En el parque “Maestro Antuña” hay una fuente que recuerda esta historia.
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